La escapada más clásica son los paseos en embarcaciones a motor, con variantes que abarcan lanchas tipo trakker, gomón y barcos de mayor eslora.
Hay excursiones de distinta duración (de una hora y media a tres horas) que recorren las zonas costeras y, si la altura del río lo permite, se introducen entre las islas del delta.
Hay distintas embarcaciones y propuestas para navegar entre los perfiles urbanos de la costa rosarina y el verde de la naturaleza isleña.
El origen y el desarrollo de Rosario están íntimamente ligados al Paraná, por lo que más allá de disfrutar del entorno fluvial, siempre es aconsejable una excursión que permita conocer la ciudad y su historia desde el río.
La escapada más básica y habitual son los paseos en embarcaciones a motor.
Hay clásicas excursiones de distinta duración (de una hora y media promedio) que recorren el Paraná e incluso permiten combinar con una estadía en un parador isleño.
Sobre un cauce que ronda un kilómetro de ancho, los paseos permiten apreciar ambas márgenes del río y, por tanto, el peculiar contraste entre el perfil urbano del lado rosarino y el horizonte verde que da inicio a unos 60 kilómetros de delta isleño.
Si la altura del río y el tiempo lo permiten, las salidas pueden internarse entre las islas; por el riacho los Marinos, el Paraná Viejo, Las Lechiguanas, la comunidad El Charigué con su comisaría y escuela isleña, y pequeños arroyos que se pierden entre el humedal.
Según la época del año es posible descubrir distintos atractivos en la naturaleza del humedal, desde diversas especies de aves hasta los llamativos irupés reinando en algunas lagunas.
La mayoría de las excursiones están sujetas a un mínimo de pasajeros y requieren reserva previa.
Fuente Oficial del Ente Turístico Rosario: https://rosario.tur.ar
