La ciudad del Fin del Mundo, la capital de Tierra del Fuego, provincia en la que aún viven las historias de yámanas y que supo encandilar a Julio Verne y Charles Darwin. La ciudad más austral, una bahía de singular belleza protegida por los vientos, en la que se despliegan las montañas, el mar, los glaciares y los bosques. Eso es Ushuaia. Esta tierra que combina colores y desniveles, acompañando la silueta de los Andes que se recorta contra el firmamento, también es expresión de aventura. Aquí hay mucho por hacer: caminar, descansar, observar, recorrer museos, convivir con la naturaleza en estado puro y, claro está, esquiar. Hasta Ushuaia, y muy especialmente al Cerro Castor, llegan grandes grupos de esquiadores amateurs y profesionales.