Tinogasta se ha convertido en los últimos años en una meca del parapente y el aladeltismo, hoy es posible comenzar a familiarizarse con este mundo mágico de velas, alas, térmicas y, sobre todo, plumas. Hay desde gran cantidad de jóvenes que han realizado sus cursos de instrucción y vuelan solos hasta instructores que realizan vuelos tándem para que los visitantes no dejen de volar por estos cielos durante su estadía.
