Guía Turista Argentina
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Destino

Colonia Carlos Pellegrini, es una localidad y municipio argentino, ubicada en el departamento San Martín de la provincia de Corrientes, a 360 kilómetros de la Ciudad de Corrientes.

El pueblo esta ubicado dentro de los esteros y rodeado por la laguna Iberá. No supera el número de 1.000 habitantes.

Es una colonia rural, y por sus calles de tierra, se respira un aire único.

Se caracteriza por la mansedumbre de su fauna autóctona. La vida silvestre del Iberá está al alcance del visitante todo el año como en ningún otro lugar.

Mas de 400 especies de aves, diversidad de peces, insectos, mariposas, mamíferos y reptiles, todos ellos desarrollando sus vidas en este complejo y fascinante ecosistema.

La oferta de servicios en Colonia Carlos Pellegrini, es amplia y variada con un importante número de hosterías, hospedajes, restaurantes, bares, locales de artesanías y agencias de turismo.

Las actividades recreativas le permitirán conocer y disfrutar de Colonia Carlos Pellegrini y los Esteros del Ibera desde distintos aspectos, de día y de noche, por agua y por tierra.

La variedad de excursiones garantizan la riqueza de los avistajes en un área protegida con más de 4.000 especies silvestres donde el ser humano convive con la naturaleza.

Iberá quiere decir Agua brillante en guaraní, y ese es el nombre del Centro de Visitantes de Colonia Pellegrini.

La información que le brindarán en ese lugar, será su punto de partida para, poder apreciar en profundidad la cultura y la naturaleza protegida de la Reserva Provincial Iberá.

En soledad o acompañado por los guardaparques, podrá recorrer los dos senderos que parten del Centro de Visitantes, pensados para que usted dé sus primeros pasos dentro del paisaje.

En esta maravillosa reserva de más de 13 mil km2 de extensión en los que se suceden lagunas, jardines flotantes tomados por enormes irupés y camalotes, embalsados y esteros, predominan los yacarés, los aguará guazú y los carpinchos.

En esta colonia es imposible recordar el stress de la ciudad, solo hay que dejarse llevar por sus calles hasta algún punto costero de la laguna Iberá y mirar el sol reflejarse sobre la superficie plana y sin oleaje del agua, o disfrutar un atardecer con los rayos del sol abriéndose en abanico al atravesar las nubes.

Relajarse con el intenso colorido de la naturaleza y vivir una aventura llena de acción y emoción.

Escuchar las leyendas y mitos que relatan los lugareños de Carlos Pellegrini y callar para no asustar a las aves que se posan en algún muelle de los Esteros del Iberá.

En este refugio de vida salvaje, todo parece ser posible.

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