Circuito Religioso: dirigido a los 5 millones de fieles que vienen cada año a ver a la Virgen y esperan con ansias el momento en que comprar el recuerdito se convierte en algo más que eso, es llevarse un pedacito de Luján, de la Virgen milagrosa a su casa para que los proteja. Cajas de Santos: ubicadas en todo el casco histórico (frente a la Basílica, en las recovas y en la rivera) desde hace años son un símbolo de la ciudad; allí uno podrá comprar desde cadenas y medallitas hasta imágenes en cerámica de la Virgen. Santerías: venden productos religiosos de primera calidad, la mayoría se encuentran sobre la calle San Martín al 100, en el paseo de la rivera y en 9 de Julio al 900 y 1.000. Carmelitas Descalzas: muy cerca de la Basílica, se encuentra esta congregación que vive en oración al servicio del pueblo de Dios. Para sustentarse y unirse al mundo del trabajo, las hermanas realizan imágenes en cerámica, velas, restauraciones y alfajores, que venden dentro de su monasterio. Abadía San Benito: Camino a Jáuregui, sobre la Calle Fray Manuel de Torres nos encontramos con la Abadía donde los monjes benedictinos elaboran quesos, licores y dulces para vender a quienes los visitan como una forma de sustento económico.