San Telmo, es uno de los barrios más antiguos y tradicionales, sede del Casco Histórico y de muchas tanguerías. Ha sido un testigo impasible de gran parte de los hechos trascendentales de la historia de la ciudad.
Las galerías de arte temporales, los bares nocturnos y los murales callejeros le dan al viejo San Telmo un ambiente bohemio. Ideal para conocerlo caminando, deleitándose con su acogedor ambiente antiguo mientras se conoce el pasado de la ciudad.
Cada domingo la plaza se convierte en el escenario de una peculiar e interesante feria de antigüedades.
Repleta de anticuarios y rústicos restaurantes de carne, la calle Defensa atraviesa la plaza Dorrego, que alberga un mercado de pulgas y artistas callejeros que atraen a los turistas y a los visitantes locales.
En el parque Lezama, los senderos serpentean alrededor de altos árboles de jacarandá y el italiano Museo Histórico Nacional.
El barrio cuenta con muchos establecimientos que ofrecen cenas con espectáculos de tango.
El corazón de San Telmo está formado por la Plaza Dorrego, la más antigua de la ciudad después de la Plaza de Mayo.
Fue una distinguida zona residencial hasta fines del siglo XIX, cuando la fiebre amarilla hizo que quedaran vacías muchas de sus grandes y lujosas casonas.
