San Rafael es la cabecera y capital del departamento San Rafael, provincia de Mendoza. Limita con Chile por los Andes.
Esta ubicada a 600 metros de altura y a pocos kilómetros al norte del Río Atuel, y sobre el Río Diamante. Su economía se sustenta en el turismo, la agricultura y la industria.
Las calles bordeadas de sicomoros convergen en la Plaza San Martín, rodeada de cafés y la Catedral San Rafael Arcángel de estilo neorromántico.
Es el punto de partida y llegada de las excursiones a famosos lugares turísticos.
El río Diamante, que fluye en la ciudad, y el río Atuel al sur permiten practicar el descenso de rápidos en el verano desde rafting, windsurf, trekking y buceo, según el caso.
San Rafael dispone de buena oferta hotelera, gastronómica y también de mucha aventura.
Respecto a la gastronomía del lugar encontramos: Chivitos y costillares a las brasas, aunque lo más importante en la región de Mendoza son sus vinos.
En los últimos tiempos, para enriquecer las visitas turísticas a sus renombradas bodegas, se instaló en varias de ellas no solo la venta de sus varietales y de variadas conservas y dulces, sino que también se pueden disfrutar de exquisitos platos gourmet.
En el área de frutales, además de la vid, son de gran calidad las ciruelas, duraznos y nueces.
Los olivos que se ven en grandes extensiones, aun en veredas de la ciuda, dan origen al excelente aceite de oliva mendocino.
Los sitios de interés que se pueden visitar.:
- Plaza General San Martín, construida en 1925 siguiendo el modelo español.
- Plaza Francia (Actualmente una de las más concurridas de la ciudad).
- Parque Hipólito Yrigoyen, dentro se localiza el monumento al gaucho argentino.
- Parque de los Niños.
- Villa 25 de Mayo.
- Diques y centros de entretenimiento.
La segunda ciudad en tamaño e importancia de Mendoza, de donde son originarias tradicionales familias de la industria vitivinícola, conserva su sosiego y tranquilidad originarias: aquí la siesta es regla y el estrés un término y un estado casi desconocidos.
Los lugareños viven a otro ritmo, el que le dictan los paisajes encantadores que los rodean.