Cuando decidió forestar esta zona llena de médanos vírgenes e interminables costas, seguramente Carlos Gesell no se imaginó que su villa iba a terminar siendo uno de los balnearios más importantes del país. Esta ciudad, la favorita de los jóvenes que eligen veranear con amigos junto al mar, propone diversión diurna con deportes acuáticos y travesías por sus médanos, y también, nocturna, con sus ajetreados boliches y bares. Desde aquí son imperdibles las escapadas a Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul, donde es posible respirar aires más apacibles y exclusivos.