Se trata de cascadas que se formaron para dar lugar a un balneario diferente: una piscina natural rodeada de una intensa vegetación y un paisaje envidiable. Además, es un lugar ideal para el turismo aventura, ya que en sus saltos y rápidos es posible hacer rafting. Un sitio natural que cautiva a grandes y chicos. A 12 km, por el río Quequén Grande.