El calafate es una baya sabrosa de color azul (similar al arándano) que se utiliza en repostería. Según la leyenda, quien lo prueba, siempre vuelve por más. Con la ciudad patagónica de El Calafate pasa lo mismo que con el fruto al que le debe el nombre: los que la visitan también quieren volver por más. Puerta de entrada al mundo de los glaciares, El Calafate vivió un intenso desarrollo turístico en los últimos años. El paisaje en que se levanta la ayuda: es un entorno de ensueño, a orillas de las aguas verdes e insondables del lago Argentino. Su posición estratégica y su gran oferta hotelera y gastronómica también la convirtieron en centro de otras actividades de la región, como las excursiones a El Chaltén y al Parque Nacional Torres de Paine, en el Sur de Chile.
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